El efecto Zeigarnik

"A la gente no le gusta pensar. Si piensas debes llegar a conclusiones, y las conclusiones no siempre resultan agradables" Helen Keller

¿Cómo un camarero es capaz de acordarse con facilidad de una lista de pedidos pendiente y sin embargo le es difícil recordar los platos que acaba de servir?

Al observar este fenómeno, la psicóloga y psiquiatra lituana Bluma Zeigarnik tuvo interés en analizarlo. Para ello realizó unos estudios en los que solicitaba a un grupo de personas la realización de diversos trabajos de manera sucesiva. La mitad de esas tareas encomendadas eran interrumpidas antes de su finalización. Las actividades estructuradas y suspendidas eran las que permanecían con más fuerza en la memoria del individuo, mientras que las funciones completadas a menudo se perdían sin dejar recuerdo. Este efecto se basa en las motivaciones de terminación. En general las tareas inacabadas producen una situación de estrés y por ello resulta complicado apartar de la mente.

Fuente: fotolog.com

Una aplicación conocida basada en el uso de este efecto es el cliffhanger, cuyo significado no literal sería situación de máxima tensión, que es un recurso utilizado en cualquier tipo de obra distribuida en entregas como puede ser un cómic, un libro, una serie de televisión y últimamente en videojuegos, que finalizan el capítulo generando la necesidad en el receptor de conocer el desarrollo. En principio esta técnica se empleaba para mantener en vilo al lector, espectador o jugador hasta el desenlace final, pero en ocasiones también se utiliza para conocer la reacción del público y de esta manera escribir o reescribir los guiones en función de la rentabilidad de la obra.

Al igual que sucede en las obras de ficción, en el terreno de la energía la sensación es que nos hallamos constantemente en una situación de suspense. El argumento está determinado, pero es cada vez más necesario reescribir nuevos esquemas debido a los obstáculos que van apareciendo en escena.

Los movimientos geopolíticos alrededor del planeta nos confirman que la situación general ha llegado a un estado de limitación física en la búsqueda y consecución de los recursos motrices del sistema, y a la percepción del peak oil por parte de las grandes potencias. El petróleo es un elemento fundamental para las economías de los diferentes países del mundo y su previsible escasez sólo podrá agravar las tensiones conocidas en el siglo XX.

¿Quién tiene el petróleo?. Fuente: ordenmundial.wordpress

La demanda global de petróleo y gas natural crece mucho más rápido que la oferta de los nuevos suministros que se encuentran, lo que repercute en los beneficios corporativos de las empresas energéticas y en los costes de los cada vez más numerosos países importadores. Actualmente el mundo consume entre cuatro y seis barriles de petróleo por cada nuevo barril que se encuentra, por lo que aritméticamente la proporción es preocupante. El conflicto mundial es una realidad física.

Exportación mundial de petróleo en barriles/día. Fuente: wikimedia.com

Importación mundial de petróleo en barriles/día. Fuente: wikimedia.com

Recibimos constantes informaciones sobre nuevos guiones sin que ninguno de ellos finalmente logre conectar con la línea argumental establecida. Los episodios sobre las energías renovables, los sucedáneos fósiles, la eficiencia energética, la energía nuclear, el uso de los vectores energéticos, siguen abiertos creando un abanico de posibilidades en busca del enlace con la trama principal, el crecimiento perpetuo.

El fuerte crecimiento económico mundial se ha basado en una ascendente demanda global de energía que consecuentemente da como resultado el final de la capacidad sostenible de contar con excedentes de hidrocarburos y el inicio de la limitación de dicha capacidad. Nos encontramos en un momento en que el mundo esté probablemente utilizando toda la producción disponible, lo que influye en el mantenimiento de la infraestructura y en el aumento de tensiones.

La cuarta parte de la población mundial consume aproximadamente el 80% de la energía. La concentración de la riqueza energética está en manos de grandes compañías que funcionan en régimen oligopólico, lo que les otorga la ventaja de poder imponer sus condiciones a gobiernos y mercados financieros. Al igual que en épocas prehistóricas, quien dominaba el fuego, dominaba el clan.

Estamos obligados a un cambio radical, ya que la salida de la actual crisis pasa irremediablemente por la variación del actual paradigma económico y la construcción de una nueva cultura energética basada en un concepto diferente de consumo, evitando usos inadecuados, analizando los itinerarios de la energía y creando un modelo productivo más eficiente y equilibrado socialmente.

Al llevar a cabo un proyecto siempre aparece una resistencia mental por lo difícil o laborioso que imaginamos va a resultar para nosotros completarlo. A mayor complejidad de la tarea, mayor es la resistencia a la que nos enfrentemos. El efecto Zeigarnik revela la necesidad por terminar lo que se empieza ya que no hacerlo genera una carga psicológica. La mejor forma de completar algo es simplemente empezar.